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 REFLEXIONES DE UN INGLÉS ENAMORADO DE MEDINA SIDONIA

Juan Francisco Galindo Flores
Joost Van Der Laan
Pablo Roa Prieto

 

Mike Jenkins es un consultor informático nacido en 1948 en Gran Bretaña. Ha trabajado para grandes empresas del sector en distintas partes del mundo y como anécdota nos cuenta que diseñó el actual formato en torre (AT/ATX) de los ordenadores personales, pero la propia burocracia dentro de su empresa hizo que se le adelantasen en la patente. En la década de los 70, cuando su padre construye en Chiclana uno de los primeros campos de golf, descubre Medina y se enamora de ella, hasta tal punto que en sus distintas estancias en países como su propia Gran Bretaña y Sudáfrica, no puede olvidar la belleza y el encanto de nuestra localidad. Por ello Mike afirma que, siempre que puede, viene a Medina Sidonia.

 

Las pretensiones de este texto se alejan de la rigurosidad de encuadrar un determinado episodio de nuestra Historia local, o de descubrir algún pasaje acaecido en nuestro pueblo, o de mostrar la vida y obra de personajes interesantes nacidos o vinculados a Medina. Estas palabras simplemente buscan plasmar sobre el papel una serie de reflexiones extraídas de una conversación informal con un matrimonio inglés, Mike y su esposa Gaynor (aquí la llaman Clara), dos personas que, como tantas otras, se declaran abiertamente enamorados de Medina Sidonia.

Sobre la fisonomía del pueblo...

Cuando conversamos sobre los cambios que ha sufrido y sigue sufriendo Medina, Mike mira al suelo y nos comenta que en el año 75, la primera vez que vino a Medina, en la mayoría de los sitios el suelo era tierra o arena, algo que actualmente es difícil de encontrar. Nos pone como ejemplo el patio del Bar Cádiz, que recuerda perfectamente cuando sólo era tierra.

Actualmente, la mayor parte de las casas, nos comenta Mike, están pintadas de un blanco reluciente, pero en los años 70 no era así, porque la gente era muy pobre, más pobre que la gente de Chiclana. También había muchos más burros que motos en las calles. Hoy, sin embargo, hay muchas "discotecas móvil" [es el término que usa Mike para referirse a aquellos vehículos con un potente equipo de música], algo que no le gusta nada porque, si bien ya no resultan agradables en el parque (el Caminillo) o en la carretera abierta, cuando pasan por las calles estrechas del centro se amplifica aún más la resonancia del ruido y rompe la armonía del entorno.

A pesar de ello, lo que no ha cambiado para Mike a lo largo de los años es lo agradable que resulta dar un paseo "porque esto es tan bonito, estamos muy alto, el aire... no sé qué es, hay algo aquí, algo especial... no sé qué, pero tenemos ganas siempre de venir aquí, para nada en especial, solamente venir a tomar el aire, tomar una copita...".

Sobre la gente de Medina...

A lo largo de la conversación mantenida, el matrimonio no ha escatimado elogios hacia los asidonenses. Mike recuerda y valora cómo la gente de Medina ha permanecido siempre igual de afable y simpática, "la gente aquí es siempre muy feliz".

A Mike le gusta, aunque no deje de resultarle digno de admiración, el hecho de que cuando entra en un bar la gente le saluda sin conocerlo de nada, al poco tiempo le están haciendo preguntas y, cuando vuelve después de una temporada, se acuerdan perfectamente de él. En palabras de Mike puede analizarse mejor la plasticidad del momento: "[...] Entramos al bar y la gente... (hace el gesto de saludo con la mano), ¡ah, hola!. -¿Cómo están?, ¿de dónde son?, ¿quién es?, ¿qué pasa?, ¿qué haces?...- nos preguntan y cuando venimos una semana después o dos semanas después, entramos en el bar: -¡ah, éste otra vez!, ¿por qué pasan otra vez por Medina?-

Mike y su esposa coinciden en comparar a la gente de Medina con una familia que hacen las cosas juntas muy bien y, además, acogen a los extranjeros invitándolos a participar en actividades del pueblo o en fiestas. Este carácter familiar, además, nos comenta Mike, da lugar a una sensación de seguridad que para nada se tiene en las grandes ciudades: "cuando todos salen a la plaza (Alameda un domingo o un día festivo), los niños hacen sus cosas, sus juegos,... completamente libres. Eso nunca nunca podría encontrase en Inglaterra, imposible. Las familias allí no dejan los niños solos en los parques porque tienen miedo. [..] Aquí pueden dejar sus niños en la plaza y lo otros enseguida: -”Ah, ¿tú quién eres?, venga...".

Sobre el clima...

Mike considera que Medina tiene un clima privilegiado debido a que siempre hay un poco de brisa, a diferencia de la zona de playa donde hay bastantes días demasiado calurosos.

En este punto de la conversación era absolutamente obligado algún comentario sobre el viento de levante, conocido de sobra por los asidonenses y por todo aquel que permanezca algún tiempo en nuestra localidad. Es un viento que no gusta a Mike, pero da a entender que tampoco es para quejarse tanto como a veces ocurre, ya que sólo está realmente fuerte unos 20 o 25 días al año, los 340 días restantes el clima en Medina es una maravilla. "Estamos acostumbrados al viento en Inglaterra. Allí hay un día de viento y nadie dice nada, aquí todo el día: -”oohh, este levante, oohh”-. En Inglaterra no se inmutan, ‘Hoy hay viento’ y no es algo para estar ¡Ayyy!. Además, Mike estima que siempre está la posibilidad de entrar en un bar, sentarte, tomarte una cervecita tranquilo y no importa si está el levante fuera.

Sobre el turismo y algunos turistas...

Esta pareja de ingleses se alegra de que Medina viva en sí misma el progreso gracias al turismo, aunque no dejan de ver un riesgo en los grandes inversores extranjeros que, desde su punto de vista, se llevan el dinero a sus países, no queda el dinero en la zona.

La experiencia adquirida en sus numerosos viajes a distintos lugares del mundo, hace que Mike se atreva a plantear ideas para mejorar la infraestructura turística de nuestra localidad. De esta forma, hablamos de la posibilidad de editar manuales monográficos sobre monumentos, obras de arte, edificios,... de forma que se podría dar una formación a los jóvenes parados de Medina como guías y siempre cabría la posibilidad de profundizar al detalle gracias a los libros: " [...] Y también tendrían cada uno un libro con mucha más información que no tienen por qué conocer, pero cuando uno haga una pregunta técnica o algo... (hace el gesto de mirar al libro)".

Resulta cuando menos curioso que, a lo largo de la conversación mantenida con Mike y su esposa, éste se ha mostrado bastante crítico con algunos de los turistas que vienen de visita a Medina, concretamente con aquellos que se alojan en hoteles de Chiclana y visitan nuestro pueblo en un corto espacio de tiempo: "No entiendo a la gente que viene en autobús y se toman un cafelito a las diez. Alas diez y tres minutos se tienen que ir porque a las diez y veintiún minutos tienen que estar en la Plaza porque a las diez y veintidós todos tienen que estar allí. Esta gente siempre va con prisas, me parece a mí que no paran en los bares para tomar una cervecita o para tomar un café tranquilos, para tomar el aire, para tomar el corazón de Medina. Siempre vienen mirando co una lista de cosas: Pasan por aquí, mira esto, mira aquello...” tienen que sentarse y tomar el aire de Medina". Mike hace un gesto con la intención de sujetar a esos turistas para que se sienten y se tranquilicen.

Sobre implicación en Medina...

En la conversación mantenida con Mike y su esposa han dejado patente en varias ocasiones sus ganas de hacer cosas en Medina para, como ellos dicen, hacer circulación de dinero dentro de Medina: "Nosotros tenemos muchas ganas siempre de hacer algo en Medina. Siempre buscamos gente de Medina y tiendas de Medina para dejar dinero en Medina, hacer circulación de dinero dentro de Medina. Cuando renovamos la casa de abajo nos dijimos que podíamos sacar azulejos, por ejemplo, de Millán en Chiclana a precios con unos descuentos enormes allí, por culpa de (gracias a) mi padre y eso. Si compramos azulejos aquí en Medina por un poco más, no tanto más, el dinero hace negocio en Medina, si compramos en Chiclana no”.

Además, sus intereses no se quedan sólo en la esfera particular, sino que también buscan un nivel empresarial, en coordinación con las autoridades: " [...] Y si podemos hacer algo más, como mi padre por ejemplo, si podemos empezar a construir, por ejemplo. Tenemos muchas ganas de hacer eso aquí con Medina y con el Ayuntamiento, sentarnos con el Ayuntamiento y decirles “queremos hacer esto, ¿cómo lo hacemos para Medina?, con el pensamiento de Medina”, en vez de venir y decir “ah, allí hacemos las cosas así, entonces aquí las vamos a hacer de la misma forma”.

Sobre los primeros pobladores y yacimientos arqueológicos...

Bien avanzada la conversación y casi sin saber cómo, nos sumergimos en una serie de reflexiones tratando de ponernos en el lugar de aquellas primeras personas que, por alguna razón, decidieron asentarse en este cerro: "La gente que entra en Medina verán las casas, las iglesias, los monumentos,...pero ¿por qué Medina es así? Por culpa del agua. ¿Por qué encontraron agua aquí y agua tan buena? ¿Y quién encontró esta agua y empezó a construir? Eso ha pasado hace miles de años, miles. Un sitio en una colina y con agua, con buenas tierras,... los primeros hombres que pasaran por aquí dirían “este sitio, aquí arriba estamos seguros, tenemos agua, animales, lluvia, sol...”. Medina tiene que ser viejo, viejo, viejo, muy antiguo porque es un sitio casi perfecto para los antiguos. [...] Este es un sitio ideal para gente sin casa (nómadas), con el clima y todo lo demás. Todas estas cosas hacen a Medina especial".

Mike no sólo se interesa por cómo fue Medina mucho tiempo atrás, sino que además trata de contribuir a aportar más luz sobre el pasado de esta localidad y, cómo no, de las personas que vivían en ella entonces: "[...] En nuestra finca tenemos una cueva que parece que eso es muy antiguo. Alguien ha cerrado la cueva porque parece ser que hay gente que entraba, pero no conocemos qué hay dentro. Tengo ganas, pero no tengo conocimientos y puedo estropear cosas. Es un sitio muy bueno, cerca de un río y puede ser interesante".

Sobre gastronomía...

También hubo espacio en la conversación para que Mike nos hablase de su relación con la gastronomía típica de Medina, en primer lugar en relación a sus hábitos cuando está aquí: "[...] Alquilamos una casa aquí en Herrete. Tenemos una cocina pero nunca hacemos comida en casa porque encontramos comidas en Venta Candela, en el de Cristóbal,... y encontramos comidas tan buenas y para nosotros tan barato que no vale la pena cocinar en casa". Seguidamente Mike nos habló acerca de sus gustos gastronómicos, dejando claro que le gusta el vino de Sanlúcar, manzanilla, el pescado, el jamón, el venado, el jabalí,... y, en contra de lo que pueda parecer, no come perdiz, tampoco conejo, que define como "pequeño animal como gato", y ni siquiera los típicos caracoles de la zona, de los que, aunque le gustan, dice lo siguiente: "Sí, sí, pero para mí son demasiado trabajo (comer caracoles) para casi nada. Los caracoles son una gran molestia en los campos porque hay demasiados, me encanta si la gente come más, pero a mí me da igual".

Sobre fiestas populares...

Mike y su esposa nos comentan que les resultan atractivas todas las fiestas tradicionales que hay en Medina, incluso aquellas con marcado carácter religioso como la Semana Santa que, aunque se ven faltos de conocimiento para emitir una opinión razonada, les resultan interesantes. Pero es la feria, y sobre todo los caballos y el ganado que en ella se exhibe, lo que más atractivo les resulta. De hecho, de la feria del año pasado Mike nos comentaba: "Esta vez nosotros pedimos a la escuela (de su hija) si por favor podían dejar libre una semana más porque la niña en España puede aprender español, puede ver tantas cosas interesantes, y también puede volar.[...]".

Para finalizar, podemos quedarnos con una expresión que puede resumir el sentimiento de Mike hacia Medina y los asidonenses, que no deja de ser una invitación para descubrir este lugar tal y como lo hizo él allá por los años 70: "HAY QUE TOMAR EL CORAZÓN DE MEDINA".

 


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